Estados Unidos ha puesto sobre la mesa su paquete de subsidios de casi 370.000 millones de euros para impulsar la industria limpia y, como reacción, la Unión Europea va configurando poco a poco su respuesta.
Tanto que ayer jueves Bruselas ha perfilado un paso más de su plan con la aprobación definitiva de un nuevo Marco Temporal de Crisis y Transición para apoyar los sectores vulnerables con una fórmula que permite, como novedad, que los países de la UE puedan dotar de ayudas a las empresas para evitar la fuga al otro lado del Atlántico.
Básicamente lo que ha hecho la Comisión es prolongar hasta el 31 de diciembre de 2025 la flexibilización de las reglas de las ayudas de Estado. Lo que confiere la posibilidad de que los Estados miembro pongan en marcha medidas de apoyo hacia la industria cero emisiones y, especialmente, esquemas para acelerar las energías renovables, el almacenamiento energético y la descarbonización de los procesos de producción industrial.
Resulta interesante que en este momento Bruselas abre la puerta a que los países puedan poner sobre la mesa subvenciones para contrarrestar los subsidios estadounidenses y evitar así la relocalización de empresas.
Se aplicará a a "casos excepcionales" en los que haya "un riesgo real de que las inversiones se desvíen fuera de Europa", según ha aclarado el Ejecutivo comunitario. Unas circunstancias que, en todo caso, permiten a los Estados miembro dotar de apoyo a empresas por una cantidad similar a la que recibiría por la misma inversión similar en una ubicación alternativa. Además, Bruselas se abre la opción conceder un apoyo similar también para incentivar a la compañía a localizar la inversión en el Espacio Económico Europeo.
Si hay un sector que en Europa se vea en jaque por el paquete de ayudas de la Administración Biden es el de la automoción, considerando el peso de gigantes del sector como Wolkswagen o Renault en las economías alemana y francesa, respectivamente. Aunque el foco está puesto igualmente en la industria de las energías renovables. Así es que Bruselas ha introducido nuevas medidas, aplicables también hasta el 31 de diciembre de 2025, para acelerar inversiones en sectores clave para la fabricación de equipos como baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores, así como para la producción y el reciclaje de otras materias primas clave.
Esta medida, no obstante, podría aplicarse sólo en determinadas condiciones. Entre ellas, que las inversiones se realicen en zonas definidas como "asistidas", que son las que reciben fondos de cohesión y que en España suponen más del 60%. También podrían acogerse al planteamiento las inversiones transfronterizas que impliquen al menos tres Estados miembro, siempre y cuando una parte significativa de la inversión tenga lugar en dos áreas asistidas.
Además, el beneficiario de la financiación deberá destinarla a la producción de tecnología y no podrá propiciar la relocalización de la inversión entre Estados miembro. Una condición, esta última, con la que se busca dar respuesta, en cierta forma, a la polémica de si la flexibilización de las ayudas de Estado propiciará la competencia entre Estados miembro, debido al músculo fiscal de países como Alemania y Francia capaces de dotar a su industria de más ayudas que otros Estados miembro.